Escribe Buela doscientas páginas de tópicos y lugares comunes sacados de la Konservative Revolution alemana y de la Nouvelle Droite francesa. Escribir, para un filósofo, no consiste, empero, en emborronar papel con meros reportajes periodístico-culturales, que es lo que acostumbra a hacer la extrema derecha cuando se las da de culta. Llega la hora de la verdad, a saber, las propuestas, y entonces Buela nos explica que son necesarias "nuevas formas de representación política", "nuevos mecanismos de participación ciudadana y popular", "nuevos referentes culturales", "nuevos proyectos de asociación".... Nuevos, sí. Pero, ¿cuáles? Esa es la cuestión, señor "filósofo". Buela no aporta nada de nada. Sus digresiones programáticas, de una vacuidad asombrosa, son, por ejemplo, del estilo siguiente:
Hay que llevarse del consejo de Simón
Rodríguez, el maestro de Bolívar: “Sino
(sic) creamos morimos”.
Y así crear y buscar nuevas
formas de representación política y social. Nuevos mecanismos de participación
ciudadana y popular. Nuevos referentes culturales. Nuevos proyectos de asociación.
Esto que estamos "haciendo hoy aquí en Junín, en la Cámara de Empresarios,
es nuevo. Y todo ello que vaya dirigido a la construcción de un nuevo Proyecto
Nacional y a la refundación de un nuevo Estado y a la conformación de una nueva
estrategia internacional por parte de Argentina.
Esquemáticamente
los puntos sobre los que se debería traba1ar en forma prioritaria son los siguientes:
Identidad cultural: Es el
aspecto que nos determina en lo que somos entendido no como una cosa siempre
idéntica sino
como aquello que nos hace ser a nosotros mismos. Identidad viene de idem. La
correcta defensa de la identidad radica en el mantenimiento del ser colectivo
de un pueblo en medio del cambio histórico que se produce, alentando todas
aquellas expresiones que consoliden y
expresen de mejor manera nuestra identidad. El ser sí mismo lo expresaban los
latinos en el ipse.
Restauración del Estado: Como instrumento
del poder nacional es aquello que tiene el gobierno para e1ecutar lo que decide hacer. Sin Estado no hay
proyecto nacional posible, pero con un Estado Bobo tampoco. Los
principios de solidaridad, de subsidiariedad y de bien común serán los pilares
sobre los que se apoyará la reestructuración del nuevo Estado. La
reestructuración rápida y contundente de la
representación política, judicial y administrativa es una exigencia de la hora
actual.
Economía Alternativa: La economía al servicio de la
política y ésta al servicio del hombre es el postulado a realizar. Para ello se debe privilegiar la economía de producción
y comercial por sobre la especulativa del
dinero casino, última responsable de la espuria deuda externa y de la destrucción de aparato productivo. La economía
debe incorporar en sus modelos de análisis y proyección el principio de reciprocidad
de los cambios para el logro de un intercambio equitativo entre las partes que
conforman el mercado y en orden a la propiedad debe tender a su mayor difusión.
Política Internacional: Las tensiones de
fuerza internacional vigentes tendientes a la globalización compulsiva del mundo y los mercados nos indican
que nuestro Estado-Nación aislado no tiene ninguna posibilidad eficaz de oposición, de allí que propiciemos una
integración regional de Suramérica a
través de la teoría del rombo, según la cual hay que conformar un gran espacio
cuyos vértices sería (sic) Buenos Aires, Lima, Caracas y Brasilia. Gran estrategia que
aunaría Pacto Andino y Mercosur.
!Vaya! !Pues no habíamos caído en ello, señor Buela! Los principios de "solidaridad, subsidiariedad y bien común" aportan poco al debate, porque el problema no consiste en cacarear palabras biensonantes, sino en darles un sentido, razonar, fundamentar y explicar el porqué. Ahora bien, un católico debe eludir cuestiones tales, siendo así que su programa no va más allá de la doctrina social de la Iglesia. Cuando aborda una cuestión sin el cómodo apoyo de fórmulas insubstanciales, rápidamente se descubre al reaccionario feudal de siempre escondido bajo el disfraz de lo revolucionario y de lo nacional. Buela es un cero a la izquierda intelectual.
Barcelona, 1º de diciembre de 2012
!Vaya mierda de libro!
ResponderEliminarBuela es patético.
ResponderEliminarComparar a Buela con Habermas es como comparar un Seat 600 desguazado con un Audi alemán último modelo.
ResponderEliminar¿Que tipo de persona o entidad se puede dedicar a la persecución de una persona en particular y solo con esa finalidad? ¿el tiempo invertido en este tipo de publicaciones será remunerado con algún pago?
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